13 diciembre 2011
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16:44
Pretendo mandarte unos besos de chocolate, pero me he dado cuenta de que se pierden en el aire junto a tantos otros.
Da igual que sean grandes, pequeños, húmedos... llenos de azúcar y café o con un ligero sabor a limón, se pierden por el camino desusado que, tan estúpidamente voy limpiando de malas hierbas, un camino abandonado, donde acudo con mis zapatos rojos para mandarlos.
Voy lanzándolos y los que no se descarrían camino abajo, se estrellan en las zarzas que están a tu lado, esas que tú no quieres quitar...
Pasa el tiempo, y vuelvo a pasar por aquél camino del que poco queda ya... hace mucho que ya no llevo aquellos zapatos, hace tiempo, que dejé de mirar el final del camino... y aún así, vuelvo a tener la necesidad de mandar unos besos.
Hoy, he cambiado mi táctica.
He intentado hacer de unas malas hierbas, algo hermoso. Y fui colgando en tus zarzas …. miles de besos de chocolate.
Da igual que sean grandes, pequeños, húmedos... llenos de azúcar y café o con un ligero sabor a limón, se pierden por el camino desusado que, tan estúpidamente voy limpiando de malas hierbas, un camino abandonado, donde acudo con mis zapatos rojos para mandarlos.
Voy lanzándolos y los que no se descarrían camino abajo, se estrellan en las zarzas que están a tu lado, esas que tú no quieres quitar...
Pasa el tiempo, y vuelvo a pasar por aquél camino del que poco queda ya... hace mucho que ya no llevo aquellos zapatos, hace tiempo, que dejé de mirar el final del camino... y aún así, vuelvo a tener la necesidad de mandar unos besos.
Hoy, he cambiado mi táctica.
He intentado hacer de unas malas hierbas, algo hermoso. Y fui colgando en tus zarzas …. miles de besos de chocolate.